Los virus sufren cambios de forma constante, de la misma manera lo hace el SARS-CoV-2 que es causante de la covid-19. Por lo tanto, la aparición de mutaciones es un evento natural y esperado dentro de la evolución de cualquier virus.
Gran parte de estas transformaciones no tienen gran efecto en las propiedades del virus. Sin embargo, algunos tienen una considerable repercusión en ciertas propiedades como la propagación, la gravedad de la enfermedad que ocasionan, la eficacia de las vacunas o la resistencia a medicamentos.
Debido a que hay algunas variantes que pueden ser más riesgosas para la población, los científicos clasificaron a las mutaciones en dos grandes grupos: las variantes de interés o variant of interest (VOI) y las variantes preocupantes o variant of concern (VOC). Esta clasificación se dio con la finalidad de priorizar el seguimiento e investigación de estas mutaciones del virus.
¿Qué es una variante de interés?
Se considera que una variante es de interés si:
– Presentan cambios en el genoma que pueden afectar a características del virus como su transmisibilidad, la gravedad de la enfermedad que causa, resistencia a medicamentos y su capacidad para escapar a la acción del sistema inmunitario o ser detectado por medios diagnósticos.
– Pueden dar lugar a una transmisión significativa fuera de los hospitales o pueden estar circulando ampliamente en distintos países.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud indica que no hay variantes de interés en circulación.
¿Qué es una variante preocupante?
Una variante del SARS-CoV-2 que cumple con los criterios para ser definida como una variante de interés y que está asociada a uno o más de los siguientes cambios en un grado que resulte significativo para la salud pública mundial:
– Aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de la COVID-19; o
– Aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad; o
– Disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública o de los medios de diagnóstico, las vacunas y los tratamientos disponibles.
Las variantes Delta y Ómicron son variantes preocupantes que actualmente están en circulación.
¿Cómo se les da el nombre a las variantes del coronavirus?
Los nombres científicos de las variantes son una combinación de letras y números que son asignados de acuerdo a ciertas características del virus. Con el fin de contribuir a los debates públicos sobre las variantes y para facilitar a la población y a los medios de comunicación, en mayo de 2021 la OMS comenzó a utilizar el alfabeto griego para denominar a estas variantes.
¿Cuáles son las principales variantes de coronavirus?
– La variante alfa (también conocida como variante Kent o B.1.1.7) que se descubrió por primera vez en el sureste de Inglaterra en septiembre de 2020.
– La variante beta (también conocida como variante sudafricana o B.1.351).
– La variante gamma (también conocida como variante brasileña o P.2).
– La variante delta (también conocida como variante india o P.1).
– La variante Ómicron (también conocida como variante B.1.1.529) se notificó por primera vez a la OMS el 24 de noviembre de 2021.
¿Cuáles son las principales variantes que circulan actualmente?
Según datos de la OMS, las variantes Delta y Ómicron son las que actualmente dominan la circulación a nivel mundial.
¿La variante Ómicron es más transmisible y severa que la Delta?
Hay evidencias de que la variante Ómicron se está propagando con mucha mayor rapidez que la variante Delta. Sin embargo, los datos preliminares sugieren un menor riesgo de gravedad, hospitalización o muerte en las infecciones con Ómicron en comparación con las infecciones con Delta.
¿Las vacunas de COVID-19 funcionan contra las variantes?
Hasta ahora, las pruebas disponibles muestran que las vacunas aprobadas por la OMS son eficaces para reducir la probabilidad de infección y prevenir la hospitalización y la muerte por COVID-19.