La fiebre amarilla es una enfermedad epidemiógena transmitida por mosquitos Aedus aegypti, que puede llevar a la muerte si no es diagnosticada y tratada rápidamente. Se manifiesta con fiebre de inicio súbito, escalofríos, náuseas y vómitos, cansancio, dolor abdominal e ictericia que pone la piel y los ojos amarillentos, muchas veces los síntomas son similares a otras fiebres hemorrágicas virales como arenavirus, hantavirus, o el dengue.
Los síntomas aparecen entre 3 y 6 días después de la picadura de un mosquito infectado; en una fase inicial causa fiebre, dolor muscular y de cabeza, escalofríos, pérdida del apetito y náuseas o vómitos, para la mayoría de los pacientes estos síntomas desaparecen después de 3 a 4 días. Sin embargo, el 15% entra en una segunda fase, más tóxica dentro de las 24 horas siguientes a la remisión inicial. En esta fase, vuelve la fiebre alta y varios sistemas del cuerpo son afectados.
Sin embargo, hay medidas de prevención eficaces que permiten controlar el problema como la vacunación, el control del vector, y el diagnóstico precoz.
El responsable de Enfermedades Emergentes y Remergentes del Servicio Departamental de Salud SEDES La Paz, Dr. Jaime Huaynoca menciono (que la mayor prevención es la vacuna, y es importante que toda la población cumpla con su esquema de vacunación, puede recibir desde el primer año de edad hasta los 55 años de edad, la puede realizar 10 días antes de entrar a una zona selvática.)
Para llevar esto a cabo, es importante la participación de todo el equipo de salud y la comunidad, para organizar acciones que, progresivamente, contribuyan a disminuir el riesgo de enfermar de la población expuesta en las zonas de riesgo. “La vacuna no provoca ningún tipo de efecto adverso, no es como las otras vacunas que provocan cefalea o fiebre, esta vacuna no tiene ningún efecto adverso”. Mencionó el responsable.
Se recomienda a la población antes de entran a una zona endémica o zona de fiebre amarilla, usar ropa de manga larga, camisa, gorra, pantalón largo y también es importante el uso de repelente que ayudara a prevenir el contagio de la fiebre amarilla.
La Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) alienta a los Estados Miembros con áreas de riesgo para fiebre amarilla continúen con los esfuerzos para inmunizar a la población a riesgo y para que realicen las acciones necesarias para mantener informados y vacunados a los viajeros que se dirigen a zonas donde se recomienda la vacunación contra la fiebre amarilla.
No existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla. La vacuna es la medida preventiva más importante y es segura, accesible y muy eficaz. Proporciona inmunidad efectiva dentro de los 30 días para el 99% de las personas vacunadas y una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad sostenida y proteger de por vida contra la enfermedad.