Cada 8 de julio se celebra el Día Mundial de la Alergia con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de educar para la prevención de enfermedades alérgicas y también para la búsqueda de tratamientos efectivos que mejoren la calidad de vida de las personas que las padecen.
Las alergias son reacciones exageradas del sistema inmunológico frente a sustancias extrañas al organismo. Al entrar en contacto con ciertos agentes que se encuentran en el ambiente como el polvo, ácaros, plantas, ciertos alimentos, animales, picaduras de insectos o algunos fármacos, el organismo puede desencadenar distintas reacciones.
Las sustancias que desencadenan estas reacciones son llamadas alérgenos.
Los alérgenos ingresan al organismo por distintas vías. Cuando el sistema inmune detecta las sustancias extrañas, se produce la liberación de mediadores inflamatorios para intentar neutralizarlas.
Esta respuesta produce distintas reacciones que son las que producen los signos y síntomas de las alergias. Las manifestaciones clínicas pueden ser escozor en la piel, estornudos, congestión nasal, ojos con picor y lagrimeo constante, dermatitis atópica y dificultad respiratoria.
Si una persona presenta síntomas asociados a la alergia, debe acudir a un especialista para que realice distintos exámenes para detectar la causa que desencadenan estos malestares. Una vez realizado el diagnóstico, el médico proporcionará una serie de medidas para evitar que se repitan estos episodios. Una de las principales recomendaciones y la más eficaz es evitar el contacto con el alérgeno, además, se debe asociar fármacos para reducir los síntomas.
Es importante señalar que el tratamiento mejora el estado del paciente, pero no cura la alergia.